IMÁGENES DEL VI REJ

Los días 27, 28 y 29 de Noviembre de 2009, se realizo en la Parroquia Santísimo Sacramento el VI Retiro de Evangelización Juvenil de la Comunidad de Jóvenes de Bodas de Cana - Zona Piura Centro. El Señor hizo su obra, y aquí compartimos algunas imágenes del retiro:












Canciones que te acercan a Dios

Entrevista a la hermana Glenda, cantautora

ROMA, martes 15 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- Se llama Glenda Velasca Hernández pero todos la conocen como "la hermana Glenda" (http://www.hnaglenda.org). Lleva más de 18 años consagrada a Dios y hace 8 que comenzó a dedicarse a evangelizar con la música. La primera vez que cantó en público fue ante Juan Pablo II y desde ese momento no ha parado de celebrar conciertos.

Esta consagrada chilena, afincada en la diócesis catalana de Terrassa, es psicóloga por la Universidad Pontificia de Salamanca y teóloga por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde actualmente cursa el doctorado.

Es la segunda de cuatro hermanos, irradia felicidad y amor por los cuatro costados, y sus canciones llegan tanto a la gente que sus conciertos no tienen nada que envidiar a los de los grandes del rock.

¿Cómo se le ocurre a una monja ponerse a cantar y a dar conciertos?

Hermana Glenda: Me puse a cantar porque... siempre he cantado la verdad, pero así más conocidamente... después de la jornada Mundial de la Juventud del año 2002 en Toronto. Estaba estudiando en Roma y me llamaron a una misa totalmente en ingles y francés para que yo fuera la que cantase en español mientras el Papa daba la comunión. Para mi fue un signo muy grande. Cuando Dios quiere algo de ti, se te abre una puerta enorme. Después de ese encuentro me empezaron a invitar de todo el mundo para cantar.

¿Por qué tiene tanto éxito la hermana Glenda?

Hermana Glenda: No lo sé. Sabes que nosotros no tenemos premios Grammy, ni los Cuarenta Principales, ni el top de los más vendidos. Quiero ver realmente que nuestro éxito sea que mucha gente escuchando una canción se encuentre con Jesús, le vuelva la paz, y vuelva a la casa de Dios. Pero creo que a la gente le gustan las canciones porque esta buscando algo de Dios, y como son textos bíblicos... La Biblia hablada es muy fuerte, pero creo que cantada es el doble de fuerte y de impactante.

¿Es verdad que quien canta se acerca más a Dios?

Hermana Glenda: Depende de cómo se cante. El hecho de cantar no te garantiza estar cerca de Dios. Todo lo que uno hace, dice san Pablo, hay que hacerlo desde dentro del corazón. Si tú lo haces desde el corazón eso te va a llevar a Dios. Porque Dios te inspira esos deseos santos de servirle.

¿Cual es el pasaje de la Biblia al que le gustaría poner música?

Hermana Glenda: Hay muchísimos pasajes de la Biblia pero me encantaría que Jesús me inspirara sobre todo en la parábola del Hijo Pródigo. Cómo poder expresar de una forma sintética y hermosa esa vuelta, ese abrazo del padre al hijo que viene. Eso me encantaría. Creo que ahí está el resumen de la buena noticia de Jesús.

¿De las canciones que ha compuesto cual es su preferida?

Hermana Glenda: Es muy difícil, las canciones son como hijos. Para mí todas las canciones son una visita de Dios en mi corazón, porque yo no es que voy a componer, estoy orando la Palabra y si hay un texto de la Palabra que me toca el corazón o me consuela o me tira de la oreja sale música y quizá la más preferida o a la que tengo un especial respeto es la primera canción que canté en público, en la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto y la que canté frente al Papa. "Nada es imposible para ti", la frase que el ángel le dice a María.

Autor: Maria de la Torre | Fuente: ZENIT.org

Oremos por nuestra Hermana

Nuestra hermana Ainé Gonzales, necesita de todos nosotros, y por ser parte tambien de la comunidad, que la recordamos cuando los domingos; ella y su hermana Ingrid compartia varios y buenos momentos en comunidad.
Es momento para unirnos en oración por ella, está muy mal de salud.
Y nosotros creyentes de Dios que siempre nos escucha pidamos por ella, y por su familia para que la llene de fortaleza.

RETIROS DE EVANGELIZACIÓN JUVENIL

¿Qué es un Retiro de Evangelización Juvenil?

El Retiro de Evangelización Juvenil (REJ) es el evento evangelizador a través del cual se captan nuevos miembros para la comunidad juvenil.

Todo Retiro se realiza en un fin de semana, de acuerdo a las posibilidades de la Zona puesde ser con internamiento o con asistencia diaria.

El Retiro es organizado y ejecutado por los jóvenes de la respectiva Zona, debiendo estar contemplado en su Plan de Trabajo, y autorizado por la respectiva Coordinación Diocesana o Subdiocesana, según el caso.

¿Quiénes dirigen los REJ?

Los REJ están dirigidos por los jóvenes que pertenecen a esta comunidad Bodas de Cana, quienes buscan compartir experiencias y vivencias que les han ayudado a renovar su vída y su compromiso con Cristo Jesús.

¿Qué sigue después del REJ?

Los asistentes al encuentro de retiro de evangelización juvenil son invitados a participar en el reencuentro, en la cual se profundiza la razón de ser como persona, como hijos y como familia a la luz del evangelio y de las enseñanzas del magisterio de la iglesia. Pero además se les invita a vivir plenamente la vida que tiene derecho todo joven: trabajando, estudiando, orando, divirtiéndose a través de la música, campamentos, labor social (visitas asilos, orfanatos etc), paseos. De esta manera se hace realidad que después de conocerlo empiezan amarlo y luego servirlo

Retiros de Evangelización Juvenil 2008:

Es grato recordar que el año pasado, 2008, fue para la Comunidad Juvenil Bodas de Cana de Piura Centro un año de mucha evangelización. Por la gracia de Dios se realizaron seis (6) Retiros de Evangelización Juvenil en 6 zonas distintas: San Pedro - Talara, San Martín, La Obrilla, San Rafael, Sullana y Cristo Rey. Las comunidades matrimoniales de estas zonas propiciaron la realización de los mismos, en los cuales el Señor Jesús manifesto su amor, renovando su fe de muchos jóvenes, y mostrandoles Él es el camino, la verdad y la vida.

A continuación compartimos algunas imágenes:

REJ Cristo Rey
67 jóvenes
07, 08 y 09 de noviembre 2008
REJ San Martín
95 jóvenes
05, 06 y 07 de setiembre 2008
Proximo REJ (Zona Centro): En el mes de Noviembre del 2009

Comunidad Juvenil Bodas de Caná

Jóvenes Evangelizando Jóvenes

Cabe decir, en primer lugar, que la "Comunidad Juvenil Bodas de Cana", o también llamada "Comunidad Juvenil Hijos de Bodas de Cana" es parte integrante de la "Comunidad Católica Bodas de Cana", cuyos miembros son parte constitutiva y básica de la misma (Artículo 1º de Estatuto de la comunidad).

¿Qué es Bodas de Caná?

La "Comunidad Católica Bodas de Caná", o simplemente "Bodas de Caná", es un movimiento de Apostolado Laical, que tiene como misión evangelizar a matrimonios e hijos como base de la familia, para que éstos vivan el mensaje del Evangelio de Cristo y que con la prédica y el testimonio de vida lleven este mensaje a otros matrimonios.

¿Cuál es su misión?
Evangelizar matrimonios, como base de la familia, y a los jóvenes, como parte de la familia, para que vivan permanentemente el Mensaje de la Buena Nueva que nos trajo Jesucristo.

Visión:

Jóvenes viven su fe, teniendo como modelo Jesucristo, unidos a la Iglesia, buscando la Santidad.

Misión:

Evangelizar jóvenes para que lleguen a tener un encuentro personal con Cristo y así empiecen a caminar con Él, y en ese caminar descubran su auténtica vocación: a la vida religiosa, a la vida sacerdotal, a la vida laical consagrada o al matrimonio.

Objetivos:

  1. Conocer, aceptar y vivir plenamente el Evangelio.
  2. Evangelizar a otros jóvenes para un encuentro personal con Cristo Jesús de conformidad con la doctrina y normas de la Iglesia Católica.
  3. Despertar el amor filial a nuestra Madre María, Estrella de la Evangelización.
  4. Buscar la convivencia comunitaria como modo de vivir el amor de Cristo con sus discípulos.
  5. Promover la formación de Comunidades de Jóvenes que evagelicen a otros jóvenes propiciando la búsqueda de su identidad, su vocación y su sentido de servicio en la sociedad.
  6. Participar en las distintas actividades de la Pastoral Juvenil Parroquial, asi como colaborar con las parroquias en la evangelización de jóvenes manteniendo su propia identidad como miembros de Bodas de Caná.
¿Cómo puedes ingresar a la Comunidad para Jóvenes?

Solo debes tener lo siguiente:

  1. Tener aproximadamente entre 15 a 25 años de edad (esto es referencial, no excluyente), no tienes que ser necesariamente hijos de matrimonios de Bodas de Caná. Cualquier joven que se encuentra en dificultades Jesus le tiende la mano.
  2. Ser soltero/a, sin hijos.
  3. Haber asistido a un Retiro de Evangelización de Jóvenes (REJ), y luego a los seminarios de perseverancia.

Nota: Si no has asistido a un REJ, puedes regularizar en los retiros posteriores que tendremos, lo importante es tener ganas de conocer mejor al Señor Jesús, porque sólo conociendolo bien podremos amarlo y servirlo.

La Comunidad Juvenil Bodas de Cana - Zona Centro de Piura

La comunidad viene trabajando en Piura desde el año 1997, y actualmente tiene como sede la Parroquia Santísimo Sacramento.

¿Cómo conocer mi camino?

A tu elección se ofrecen varios caminos

Ya conoces el plan de Dios sobre la creación: todos los seres, cada ser en particular tiene su misión propia. La misión del hombre no les es impuesta por fuerza, sino que ha sido entregada a su libertad. ¡Privilegio sublime que constituye la grandeza inconmensurable del hombre!

A tu elección se ofrecen varios caminos. Terminas tus estudios: ante ti se abre la universidad con sus múltiples carreras; el ejército y la marina; el campo, la industria, el comercio, un empleo, un sitio de obrero; la literatura y el arte. Se abren ante ti igualmente perspectivas más amplias que las carreras mismas, lo que podríamos llamar estados de vida: la vida religiosa, el sacerdocio, el matrimonio. Dentro de estas maneras de vida hay enfoques especiales que te atraerán particularmente: la política, la acción social, la contemplación artística, la vida de oración, el estudio de las Sagradas Escrituras, la Acción Católica. Sentirás quizás una fuerte atracción por la vida social; las fiestas, bailes, diversiones te seducen fuertemente... Los deportes, quizás un deporte especial, el football te atrae irresistiblemente. Todas estas solicitaciones estarán frente a tí y otras mil más, al iniciar tu vida en forma más personal e independiente.

¿A cuál de estos caminos te ha llamado Dios? No ha dejado a tu capricho que seas lo que quieras. Tú tienes vocación para algo, ¿para qué? ¿Cuál va a ser el fin de tu vida? Para el sacerdocio, como para la marina, para el deporte, para la música, para la sociología, para la política, para la Acción Católica hay una verdadera vocación, ¿Cómo conocer la tuya?

¿Qué criterio me permitirá discernir el llamamiento divino? ¿El atractivo que en mí ejercen, el agrado, quizás la felicidad que me ofrecen? Esos criterios tan incompletos no pueden ser la norma para un ser racional y menos para un cristiano.

Nuestro criterio ha de ser de orden sobrenatural y debe ser aplicado con la ayuda de una luz sobrenatural, pero esta luz sobrenatural no se nos da ordinariamente en forma milagros, sino que viene a iluminar nuestra razón que discurre apoyándose en los principios de la fe.

El milagro es milagro porque acontece muy raras veces en la vida; no hay, pues, que esperarlo en un problema cotidiano que han de resolver todos los hombres, tanto más cuanto que el mismo Creador nos ha dejado herramientas plenamente eficaces para descubrir por vías ordinarias nuestro camino en la vida.

Con cuánta eficacia nuestro Santo Padre Pío XII al inaugurar este año la Academia Pontificia de Ciencias defendía los fueros de la inteligencia humana para alcanzar la verdad. Nuestra razón participación de la mente divina, nos da a conocer las realidades más fundamentales en que el hombre necesita apoyarse; y todavía cuando se afirma en la revelación de Jesucristo, sus conclusiones pueden llegar a un campo inmensamente más vasto e iluminado por el sol de la verdad divina.

Todo hombre de buena voluntad que aplica con sinceridad su alma a la búsqueda de la verdad, puede estar cierto que se cumplirá en él la conocida proposición: "Al que hace lo que está de su parte, Dios no le niega su gracia”.

El Espíritu Santo que mora en nosotros, desde el bautismo que nos asiste con sus dones de entendimiento, ciencia, prudencia, es la mejor garantía de éxito en una elección hecha con sinceridad ante la mirada de Dios, aunque no intervenga iluminación milagrosa alguna durante toda nuestra deliberación.

Del libro "Elección de carrera", escrito por el Padre Hurtado en el año 1943

Autor: P. Alberto Hurtado | Fuente: Pontificia Universidad Católica de Chile

Juventud: fuerza renovadora de la Iglesia y esperanza del mundo

Jóvenes, la Iglesia confía en ustedes, la Iglesia quiere acompañarlos y quiere estimular su participación

Juventud: fuerza renovadora de la Iglesia y esperanza del mundo. En mi experiencia acompañando el caminar de los jóvenes descubro lo siguiente: veo que éstos responden con calor y entusiasmo a las causas nobles que claman su presencia.

Aunque para muchos adultos no siempre los jóvenes son la esperanza del mundo. La juventud de hoy no sirve, no es como la de antes. Ojo, cuando usted empiece a usar frases como estas es porque se está convirtiendo en un ex-joven.

Mis años de trabajo con, por y para los jóvenes me indican que no todo está perdido, pero más que eso, veo signos muy esperanzadores, creo que está naciendo una nueva conciencia del papel protagónico e insustituible de la juventud en la construcción de la Civilización del Amor y hacia nuevas metas que conduzcan a la humanidad a una verdadera cultura de paz, donde sea posible un mundo más justo, humano y cristiano.

Un ejemplo visible de lo afirmado es el ministerio "Vivencias Juveniles", un grupo de jóvenes que está difundiendo la evangelización a través de la Radio y la Televisión en San Juan de la Maguana, Las Matas y Hondo Valle en la República Dominicana.

Otro ejemplo lo constituye el ministerio juvenil "No hay otro Nombre" (No Other Name), son jóvenes que se están dedicando a evangelizar a través de la musica en las calles y en los trenes en el Alto Manhattan, en la ciudad de New York. Me llama mucho la atención estas experiencias porque estos jóvenes están evangelizando a otros jóvenes. Ahora bien, no dejemos solos a estos muchachos, ellos necesitan el acompañamiento de los laicos, y sobre todo de los pastores. Los jóvenes necesitan de nosotros, los pastores, apoyo, habilidades y conocimiento para el futuro.

Así como estos jóvenes están asumiendo con madurez y responsabilidad, su tarea podríamos enumerar otros muchos ejemplos, pasan por mi memoria otros grupos que he conocido: Sabor a Cielo, entre otros.

Jóvenes, la Iglesia confía en ustedes, la Iglesia quiere acompañarlos y quiere estimular su participación en la construcción de un mundo mejor. Hoy más que nunca, ustedes son la esperanza de la Iglesia. Hoy quiero compartir con ustedes esta frase, espero que no se les olvide nunca: "el futuro tiene nombre: JUVENTUD".

Es con esa consigna que a lo largo de estos 25 años, el Papa Juan Pablo II, le ha dado a los jóvenes un lugar preponderante. Constantemente nos llegan los ecos de sus mensajes, cargados de ilusiones y esperanza.

Jóvenes, manos a la obra, a crear las consignas, que como cristianos y como ciudadanos debemos poner en práctica, abriendo paso, para que su fuerza renovadora se deje sentir en la construcción de una sociedad más humana. Para que los jóvenes sigan siendo la fuerza renovadora de la Iglesia y la esperanza del mundo.

Y esto que decimos vale para cualquier latitud y para cualquier cultura, pero parece más urgente para nuestra América Latina, el llamado "continente joven". Observen estos datos, para que sepan por qué es el continente joven. En 1995 los jóvenes (de 15 a 24 años) en América Latina eran: 93,372 105, representando el 19.7% de la población total y en el año 2000, la población joven era de 99,372 716 (18.9%). En la actualidad más de la mitad de la población tiene menos de 25 años ¿Qué les parece?

Frente a estos datos vale la alegría releer, para que no se nos olvide, lo que se refiere al tema de la juventud de la Cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrado en Santo Domingo (Capital de la República Dominicana) en el año 1993. Nuestros obispos latinoamericanos hablaron muy claro cuando afirmaron: "La misión de los adolescentes y jóvenes de América Latina es prepararse para ser los hombres y mujeres del futuro, responsables y activos en las estructuras sociales, culturales y eclesiales para, que incorporados por el Espíritu de Cristo y por su ingenio en conseguir soluciones originales, contribuyan a lograr un desarrollo cada vez mas humano y más cristiano" (SD # 111) y yo añado más justo y más fraterno.

Una cosa importante que quedó explícitamente establecida en el Documento de Santo Domingo fue el llamado a un "especial protagonismo de los laicos y entre ellos los jóvenes", a quienes se convoca “una vez más, para que sean fuerza renovadora de la Iglesia y esperanza del mundo (SD # 293).

Para lograr esto los jóvenes nos piden a los pastores acompañamiento espiritual, apoyo real en sus actividades y líneas pastorales claras para una pastoral juvenil orgánica. Para que ésta sea constructora de la Civilización del Amor y que sea Casa y Escuela de comunión.

Ahora bien, los jóvenes nos piden que este apoyo “no sólo sea de modo afectivo, sino efectivamente, con diálogo mutuo entre jóvenes, pastores y comunidades”. Lo que exige dedicar mayores recursos personales y materiales por parte de las parroquias y las diócesis.

Creo que he hablado mucho de este tema y no quiero aburrirlos, ya para terminar, quiero que anoten esta frase, la aprendí de Mons. Juan Félix Pepén, hace más de 10 años: “La rica experiencia de los mayores, convertida en nuevos proyectos en manos de los jóvenes dará la respuesta a muchas aspiraciones no alcanzadas por nuestro pueblo, que a decir verdad, es digno de mejor vida”. Punto y se acabó. Muchas gracias.

Autor: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R. Fuente: Catholic.net

Con la ayuda de Él, podemos realizar mucho (Ef.3,20)

Siempre uno como joven desea superarse en esta vida que Dios nos ha regalado, pero muchas veces caemos en el gran error de olvidarnos de él, asi no querramos aceptar, cuando vemos que en nuestra vida estamos a punto de alcanzar varios logros.

Todo lo que alcanzamos en esta vida no olvidemos que es gracias a Dios, que él es el unico que pone todos los medios y nos da fuerza para poder realizar nuestras metas y proyectos.

Personalmete me siento feliz de que Dios me haya permitido cumplir la 1º meta en mi vida profesional, además de bastantes alegrias que me ha ido regalando y segura que lo seguirá haciendo. Mi gran alegria que todo joven siente al poder graduarse en una carrera profesional, de ya no ser alumna, sino en mi caso Bachiller en Ingenieria Geologica.

Les invito a que seamos persistentes en nuestra oracion, entregarle nuestros proyectos y tener mucha fe, y cuando lo logremos actuemos con humildad.

Pues un verdadero joven cristiano siempre debe pensar en ocuparse de las cosas de Dios que él se ocupará de las nuestras.

Dios los bendiga.

La fidelidad del discípulo de Cristo (Galatas 2, 19)

Yo Pablo, estoy crucificado con Cristo...

Sígueme, es una palabra que el Señor Jesús utilizo muchas veces, y que continúa utilizando para llamarnos a su reino. Nos pide que seamos su instrumento de reconciliación, que anunciemos al mundo entero la Salvación que Él entrega a quienes creen y confían en su Poder.

San Pablo gráfica la vida cristiana como una larga carrera que debemos correr y correr hasta llegar a la meta, sin abandonarla nunca, podemos detenernos a tomar aliento pero nunca decir no avanzaré mas. Cual atleta que se prepara toda la vida para competir en la olimpiadas y llegar a la meta, sin desfallecer, sin poner peros, sin importar lo dificultoso del camino, así es como debemos vivir nuestra respuesta a Jesús.

"Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera. Levantemos la mirada hacia Jesús, que dirige esta competición de la fe y la lleva a su término. El escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo. Ustedes se enfrentan con el mal, pero todavía no han tenido que resistir hasta la sangre.” (Hbr 12, 1-4).

La vida cristiana es para el ser humano un camino de plenitud, porque Jesucristo; nos da la gracia necesaria para vivir en el Amor, en armonía con Dios, con nosotros mismos, con nuestros semejante y con la naturaleza; nos ha rescatada del pecado; y, nos ha reconciliado con Dios.

Seguir a Cristo implica superar nuestras debilidades personales, y enfrentar los problemas de la vida cotidiana, todo ésto constituye el primer obstáculo que encontraremos. El segundo obstáculo es a nivel social, burlas, desprecios, persecuciones ideológicas, etc. El Señor Jesús bien claro dijo: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga.” (Mt 16, 24). Seguir firme a pesar de toda dificultad es parecernos cada vez más a Cristo quién al abrazar su cruz, nos anima a que no tengamos miedo a la nuestra, a ser un luchador y a confiar nuestra al Él.

San Pablo, nos recuerda lo siguiente: “Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús: El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, tomando la condición de servidor, y se hizo semejante a los hombres. Y encontrándose en la condición humana, se rebajó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz.” (Flp 2, 5-8).

Cada circunstancia de nuestra vida, es un tramo de la carrera, cuya meta es llegar a contemplar el rostro de Cristo. La carrera aún no termina, proclamemos a Jesucristo como el Señor de nuestra vida diciendo con hechos: “He sido crucificado con Cristo, y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.” (Gal 2, 19b-20a).